Si hace un mes les mostrábamos algunas de las dolorosas de nuestro pueblo vestidas de negro por el mes de los difuntos, ahora les mostramos otra curiosidad.
La solemnidad de la Inmaculada Concepción de María Santísima es de las más importantes que celebra la Iglesia.
Especialmente intenso ha sido este puente en este año de 2008 por dos hechos inéditos que no olvidaremos: la bendición de María Santísima en su Soledad y Amargura y la procesión de la Virgen Inmaculada de la Parroquia de Consolación.
Pero además, como sucede todos los años por esta importante fiesta, las monjas del Convento de la Concepción celebran novena en honor de la Virgen y, junto a las vigilias y solemnes misas que se ofrecen en honor de la Purísima, las Hermandades se suman también vistiendo con los colores blanco y celeste, los que identifican a la Inmaculada, a sus benditas imágenes.
Es el caso de María Santísima de la Soledad, de la Hdad. de la Humildad y Paciencia, que desde el año pasado la atavían bellamente con saya celeste y manto brocado blanco y celeste.
La Quinta Angustia tiene esta Solemnidad como una de las principales que recogen sus reglas y por ello visten de celeste a su imagen del Niño Jesús.
Por su parte, la Hdad. de Ntra. Sra. de Consolación también ha vestido a la Patrona con colores celestes y dorados en su saya y manto.
También se encuentra vestida con colores inmaculistas la Virgen de los Dolores de la Hermandad de Jesús Caído, con manto azul y saya celeste adornada con encajes dorados.Fotografías: Álvaro Reina, Eduardo de la Ossa, Manuel Fernández y Aniceto Vadillo.