
Un siglo de amor y devoción hacia la Virgen de la Quinta Angustia bien merecía este homenaje en el que se congregó un buen número de hermanos y cofrades para acompañar a una señora entrañable, sencilla y ante todo devota de Nuestra Madre.
Fue un acto de Hermandad en el que tuvimos la oportunidad de conte
mplar de cerca el rostro de Nuestra Madre que aún se encontraba a los pies de la capilla, antes de ser subida a su camarín. Tras la eucaristía de acción de gracias, distintos hermanos mayores de nuestra Cofradía, dirigieron unas palabras a Dña. María y entregaron una placa en agradecimiento por su labor dentro y fuera de la Hermandad, en la que ha destacado sin duda por ser un ejemplo cristiano a seguir.

Desde aquí extendemos nuestra felicitación a Dña. María Ossorno, quién con más de un siglo de devoción a la Virgen de la Quinta Angustia ha demostrado constantemente que la fe lo puede todo.
Informa: Hermandad de la Quinta Angustia