Como es sabido, la fiesta tradicionalmente se ha celebrado en jueves y dicho día coincidía con la onomástica de Santa Rita de Casia, sita en la iglesia de San Agustín. Asistimos dicho día, en cierto preludio al domingo, a su procesión. Gracias a una foto publicada en el boletín que el grupo joven de la Hermandad de la Vera-Cruz edita, sabemos que antiguamente se procesionaba esta imagen. La última vez, para muchos la primera, que pudimos ver a la Santa por nuestras calles, fue con motivo de los traslados de ida a San Arcadio y de vuelta a San Agustín cuando se restauró este templo.De nuevo ha salido por las calles de Osuna, este año la procesión ha discurrido por Santa Ana y Caldenegros, estuvo acompañada por muchas devotas y con la música de la Agrupación Musical de la Vera-Cruz.
Ya el domingo de Corpus, desde las 7 de la mañana, se encontraban en las calles jóvenes de diferentes Hermandades preparando el montaje de sus respectivos altares, este año en mayor número: la Hermandad Sacramental de la Virgen de los Dolores en la Carrera, la Misericordia en la Colegiata, Jesús Caído en la calle Alpechín (fotografía), la Quinta Angustia en la Plaza Mayor, la parroquia de Consolación en el Ayuntamiento, el coro de esta parroquia en Asistente Arjona; a los que unimos el tradicional de las madres concepcionistas y el de San Carlos, con la calle Compañía adornada con colgaduras en sus farolas y un artístico toldo donde aparecía pintada una custodia. Además, se veían en algunos balcones colgaduras, similares a las que se colocan en Navidad, pero con la custodia como motivo principal.
Pero a las ocho y media empezó a llover. Media hora más tarde, la misa en la Colegiata, llena de fieles, fue concelebrada por todos los sacerdotes de nuestro pueblo predicando la homilía Don Arcadio Arregui. A mediodía escampó y se apareció un bello cielo celeste, para entonces ya era tarde: la mayoría de los altares no pudieron montarse, los juncos de la Plaza Mayor se recogieron, la procesión se suspendió y el paso portando el Santísimo Sacramento del Altar discurrió por el interior del templo rezando unas estaciones.
Procesión, lluvia y finalmente cielos despejados, es una regla a la que, desgraciadamente, los cofrades ya estamos acostumbrados.
Recordamos las siguientes citas: las velás y procesión de la Virgen de Fátima y de María Auxiliadora en el Puerto de la Encina.
Antonio Morón Carmona
Fotografía: Aniceto Vadillo
