De nuevo llegó el 16 de julio: mes de vacaciones, de playa y piscina, tardes largas y apretado calor. Pero también es el día de felicitar a nuestras abuelas, madres, hermanas y amigas… y a Nuestra Santísima Madre del Carmen.Al tener nuevo párroco Consolación (el convento del Carmen pertenece a esta parroquia) el Reverendo Padre Rafael Calderón ha sido el encargado de predicar la novena como bienvenida que la Comunidad Carmelita da a dicho párroco. Por sus homilías, claras y de gran contenido, los devotos que acudían a los cultos han mostrado su satisfacción y por ello se ha notado una mayor afluencia de fieles en el templo todos los días de los cultos. No obstante, recordemos que la Virgen del Carmen quizá sea la advocación de gloria que mayor devoción tiene en nuestro pueblo.
El día 15 a las 23:30 horas, en la víspera de su fiesta, tuvo lugar la imposición de los escapularios a los niños y niñas recién nacidos, el canto de la Salve, la ofrenda floral y se dio a besar el escapulario del Carmen que porta la Santísima Virgen. De nuevo el convento estaba lleno de devotos y con las numerosas flores recibidas fue exornado el paso para su salida procesional.
En la tarde del 16 tuvo lugar la función principal concelebrada por toda la Comunidad Carmelita y los párrocos de Consolación y la Victoria; el Padre Manuel Sánchez no pudo asistir por sus obligaciones como Arcipreste. Francisco Miguel Pérez Rangel estrenaba su cargo como presidente del Consejo de Hermandades y por ello fue invitado a dar la primera llamada al paso de la Virgen del Carmen.
Recorrido por las calles Sevilla, Palomos, Navalagrulla, Antequera y Carmen, mantones de Manila en los balcones, calor, los sones de la Banda Municipal y buen acompañamiento durante todo el recorrido. La Virgen estaba bellísima luciendo una larga mantilla sobre su capa donada por una devota.
Al entrar en el templo la procesión, sobre las 23:30 horas, el Padre Jurado pedía aplausos a los costaleros, a la Hermandad por organizar estos cultos, a los devotos de la Virgen y a todo el pueblo de Osuna por su colaboración en la importante misión que los padres carmelitas desarrollan en Burkina Faso.
Debemos destacar este trabajo que, junto a voluntarios ursaonenses, desarrollan en este país de los más pobres del mundo, lográndose mejoras cada vez más importantes. Por ello, el aplauso que los ursaonenses recibimos, lo devolvemos a nuestros padres carmelitas por su dedicación y entrega tanto en tierras españolas como africanas, pues sin su guía y empeño muchas cosas no serían posibles.
Antonio Morón Carmona
Fotografías: Manuel Fdez. Carreño
