Si tuviéramos que elegir un paradigma de Domingo de Ramos ese día bien podría ser el de este año, pues bajo un sol de justicia se puso en la calle la cruz de guía de la Hermandad del Dulce Nombre. Muchos niños y padres nerviosos por poder cumplir el sueño un año más de acompañar al Niño Perdido, la Borriquita y la Virgen de los Desamparados, un sueño que cada año -y si el tiempo lo permite- se hace realidad cada Semana Santa gracias a la voluntad y entusiasmo de los componentes de esta Hermandad que abre la Semana Mayor en Osuna.
Uno de los momentos más emotivos en este Domingo de Ramos ha sido el discurrir de esta Hermandad por la calle Hornillos, pues la majestuosidad de los pasos y la estrechez de esta calle, hicieron poner a flor de piel los sentimientos de los cofrades que se agolpaban en el lugar. El momento inolvidable fue cuando el costalero Eduardo Rodríguez saliera de su paso para cantarle una emotiva saeta a la Virgen de los Desamparados que arrancó los aplausos de un pueblo volcado con su Semana Santa.
Tanto el paso del Niño Perdido, como el de la Virgen de los Desamparados lucían con exorno floral predominantemente blanco, mientras que el paso de Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén aparecía en su exorno floral con claveles rojos.
Este año hemos podido observar, entre otros detalles, los nuevos escudos bordados de la Hermandad que llevaban los nazarenos en sus túnicas, un peculiar llamador para el paso de la Borriquita y poco a poco se va contemplando el gran trabajo que Juan Manuel Pérez está haciendo en el tallado de este gran paso, un artista que ha querido acompañar en toda la estación de penitencia a esta hermandad que le dio la gran oportunidad de comenzar su aventura en nuestro pueblo.
Desde El Pespunte Cofrade ya sólo nos queda felicitar a la Hermandad del Dulce Nombre por su constante trabajo y comentarle a todos los lectores que continuaremos desde esta página web informándoos puntualmente de todo cuanto ocurra en nuestra Semana Santa.
Fotos: Fátima Bellido y Antonio Flores