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domingo, 2 de septiembre de 2007

Caché antiguo, regio y maternal

En los días previos a la novena de nuestra excelsa patrona, la Virgen de Consolación, me ha llamado la atención el ver la forma en que se encuentra vestida su imagen.
Las vírgenes de gloria (las que se muestran alegres como Reina de Cielo y Tierra, muchas veces sosteniendo al Niño Jesús como Madre de Dios y ofreciéndolo a los ursaonenses en este caso) suelen vestirse de manera diferente a las dolorosas aunque ambas partan, básicamente, del atuendo femenino de la época Barroca, combinado con otros rasgos que se van incorporando a lo largo del tiempo.

Distinguimos tres elementos comunes. Por una parte, larga saya de forma acampanada bajo la que se superponen varias enaguas blancas que son la ropa interior. Por otra parte, el manto, cuya disposición marca la diferencia respecto a las dolorosas, es como una capa o abrigo que cubre desde la cabeza hasta los pies. Debajo de éste, como tercer elemento también distinto en las de gloria, la cabeza se cubre directamente por una toca, velo o rostrillo como usaban en público las mujeres casadas o de luto.

La colocación del manto de Nuestra Madre de Consolación en estos días recuerda al modo antiguo, que es el apropiado por su carácter glorioso, como se vestía dicha imagen a principios del siglo pasado según los testimonios gráficos y que siguió así, al menos, hasta los años 60. No está sostenido por el pollero (estructura metálica para darle forma al manto) y su tela cae de forma natural, haciendo más estilizada a esta talla de escasa altura. A su vez, esto provoca que parezca mayor el tamaño de la corona, pues en otras épocas era muy importante el máximo enjoyamiento de las imágenes como símbolo de su devoción, incluso se añadían joyas a la corona.
En esa idea de reflejar la moda femenina barroca en las imágenes sagradas, los extremos del manto se recogen hacia arriba a la altura de los codos como para ayudar a un mejor desenvolvimiento a la hora de caminar.
El rostro de nuestra Patrona no aparece enmarcado en ningún rostrillo, sino que deja visible su pelo haciendo alusión a María como la nueva Eva y a sus cualidades como Virgen y libre de pecado.

De esta manera, posee Nuestra Señora de Consolación un sello regio y maternal, caché, antiguo y adecuado para lo que representa y significa, o debe significar para los católicos ursaonenses.
Enhorabuena a la Junta de Gobierno y a toda su Hermandad por esta recuperación, ellos cuidan a la que es Alcaldesa y Protectora de nuestra villa. Ánimo para seguir trabajando y que Ella vele por nosotros.

Antonio Morón Carmona