Me alegro enormemente de que los jóvenes hayan despertado del letargo en el que parecían encontrarse y tengan la iniciativa de retomar la celebraciónde una convivencia.
Últimamente da la sensación de que los grupos jóvenes están pasando por una crisis. Es verdad que muchos al marchar a Sevilla a cursar los estudios universatarios desconectan algo del ambiente de la Hermandad y se centran en sus estudios, hacen bien. Cierto que cuando se terminan estos estudios se pone como interés prioritario el primer empleo, la tesis doctoral o el máster que es casi obligatorio. También ocurre que hay cierto vacío generacional, porque en muchos casos hay un salto entre los universitarios y los siguientes que son de secundaria, por no decir que haya que saltar hasta los infantiles.
Espero que esta convivencia sirva de ánimo y empujón para que los jóvenes tomen aliento y se descubra que no podemos ser entusiastas un sólo día al año, en convivencia y en salida procesional. Hay que vivir todos los días del año y, a veces, desgraciadamente, se asiste a un desencanto y un critiqueo de unos a otros que parece que estamos entre "vejestorios".
Os deseo de corazón que esta convivencia sirva para animaros a todos a vivir en la fe, para crear nuevos espacios de encuentro, para aprender a valorar el mejor tesoro que tenemos: el amor de Dios en Cristo. Que hay que aprovechar cada día para vivir a tope, para hacerlo bien, que el tiempo pasa y pasa rápido y lo que no se hace se quedó sin hacer. Después vienen los estériles lamentos por lo que no se hizo o lo que no se hizo bien. Hay que robustecerse en la fe, porque quien vive con fe siempre es joven. Quien tiene fe vive con esperanza y la esperanza es siempre joven.
Este curso pastoral que comenzamos nos centraremos, en nuestra actividad pastoral, en el tercer objetivo prioritario del plan pastoral diocesano: la pastoral juvenil y familiar. Tenéis que hacer propuestas, tener iniciativas, participar con ilusión en las actividades.
Os deseo a todos los que participeis un fin de semana divertido y lleno de sentido, que haga buen tiempo y todos lleven la mejor predisposición.
Un abrazo en Cristo.
Padre Manuel
