Un año más los padres de Osuna salieron a nuestras calles para bendecir a todo un pueblo y ser receptores de multitud de saetas y peticiones en voz baja de muchos ursaonenses y foráneos que se acercaron por Osuna. Es tradicional ya en nuestro pueblo que sea por Semana Santa y más frecuente los Viernes Santo cuando los ursaonenses que algún día tuvieron que emigrar por alguna razón vuelvan a Osuna para revivir estos momentos del amanecer y la mañana del Viernes Santo.
El tiempo permitió que no hubiera ningún problema ni prisas a diferencia del pasado año.
Esta mañana fue propicia para disfrutar de estas dos hermandades en la calle.
Al alba salía del antiguo convento de los Mínimos de San Francisco Ntro. Padre Jesús Nazareno aglutinando a mucho público en su salida del templo y comenzando su estación de penitencia hasta la Insigne Iglesia Colegial acompañado por la Banda de Viento Metal y Percusión Ntra. Sra. de la Victoria.
Tras Él, Ntra. Señora y Madre de los Dolores aparecía por el atrio de la Victoria un año más acompañada por la Banda de Música Municipal de Osuna y que seguiría en todo su recorrido a Jesús Nazareno.
Una vez en la Colegiata ambos pasos se arriaron uno enfrente de otro, como ya es tradicional, mientras los costaleros descansaban de la larga chicotá que ambos pasos realizaron para poder subir las cuestas hasta llegar a la Colegiata.
Espléndido fue el paso de estas dos Hermandades por Carrera Oficial al igual que su vuelta hasta la Iglesia de la Victoria por las Calles Sevilla, Cristo y San Pedro.
A la entrada, Miguel Lara Solano, El Canario, el ganador de este año del premio "Manuel Yerbes" del Concurso de Saetas "Carmen Torres" de Osuna cantó dos saetas, una a Jesús Nazareno y otra a la Virgen de los Dolores y tras ella ambos pasos efectuaron su entrada un año más al templo de la Victoria.
Muy emocionante fueron ambas entradas de los dos pasos en la Iglesia, Jesús Nazareno entró como cada año levantando la emoción de muchas personas que observaba cómo esta hermandad completaba un año más su estación de penitencia. Y la Virgen de los Dolores fue espectacular su entrada cantándo los costaleros la Salve y ante la atónita mirada de ursaonenses que veían cómo irremediablemente concluía la mañana de Viernes Santo.
Ahora tocaba descansar para la larga tarde-noche que nos esperaba con las tres hermandades que realizarían su estación de penitencia por las calles de Osuna.
