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jueves, 20 de marzo de 2008

Crónica del Miércoles Santo

La noche del Miércoles Santo fue una noche para olvidar. Era la primera vez en unos setenta años que se recuerda que la Cofradía de la Misericordia no puede efectuar su estación de penitencia por las calles de Osuna a causa de las inclemencias meteorológicas. Siendo así numerosos ursaonenses se dirigieron hasta la Iglesia a ver la decisión que se tomaba.

Cuando el reloj de la Colegiata marcó las once y media de la noche, media hora antes de la salida procesional, la Junta de Gobierno de la Cofradía se reunió para tomar una decisión.
Sonó una de las matracas que portaba un diputado de tramo y los nazarenos se pusieron el capirote y se colocaron en sus correspondientes sitios.

A las doce de la noche, el Hermano Mayor se dirigió a sus hermanos: “La Cofradía del Santísimo Cristo de la Misericordia ha decidido por la alta inestabilidad metereológica, no realizar la estación de penitencia por las calles de Osuna”.
Al tomar la decisión el Diputado Mayor de Gobierno posteriormente se dirigió a sus hermanos para informar que se iba a realizar un Vía Crucis por el interior de la Iglesia.

A los nazarenos se le repartieron los cirios y se los encendieron, bajó la iluminación de la Colegiata considerablemente para crear el ambiente propicio para realizar el Vía Crucis, los nazarenos que portaban las insignias se dirigieron al altar mayor. Así comenzó un Vía Crucis que se encargó de dirigir el Director espiritual de la Hermandad, el párroco de la Asunción, Manuel Sánchez de Heredia.
En cada estación los cuatro faroles junto con la cruz de guía iban recorriendo las filas de nazarenos al toque de la matraca.
Al finalizar el Vía Crucis se abrieron las puertas de la Colegiata para todos aquellos que quisieran pudiesen contemplar al Santísimo Cristo de la Misericordia. Que estaba colocado en el presbiterio con un monte de lirios morados y alumbrados por los cuatros hachones de sus esquinas.

Fue una noche muy triste para la Semana Santa de Osuna, estadísticamente es el día de la Semana Mayor que menos llueve. Aunque el tiempo dio una tregua y no volvió a llover, pero la difícil decisión estaba ya tomada y no se quiso poner en peligro el patrimonio de la Cofradía.


Ha colaborado en esta información: José Antonio Ruiz Moncayo.

Fotografías: El Pespunte